En la actualidad, las nuevas tecnologías se han constituido como uno de los grandes pilares de nuestra sociedad. Hoy en día es impensable una sociedad exenta de recursos tecnológicos, en gran parte debido a las enormes ventajas y facilidades que estas herramientas nos proporcionan.
Vivimos en una sociedad donde el consumismo ha sido implantado por las grandes empresas a través de sus innumerables estrategias de marketing, una de ellas es la obsolescencia programada que en definitiva consiste en la programación de la vida útil de un producto.
Como se puede apreciar en el documental: “Comprar, tirar, comprar”, las empresas tienen los recursos suficientes para que sus productos tengan una vida muy longeva, claro ejemplo es el caso de la bombilla eléctrica. Sin embargo, la filosofía de las empresas es completamente distinta, siendo sus objetivos obtener el mayor número de ventas obteniendo así grandes beneficios. Esto es logrado a través de la creación de productos frágiles que tras un estimado periodo de empleo experimenten algún fallo. Tras esto, nuestra primera idea sería reparar el producto, no obstante el precio de los nuevos modelos o artículos es normalmente inferior a su reparación por lo que se suele desechar el modelo antiguo.
Cabe destacar que esta filosofía de comprar, tirar, comprar que presenta este modelo económico repercutiendo negativamente en el medio ambiente, destruyendo poco a poco este planeta en el que vivimos, claro ejemplo son los enormes vertederos tecnológicos de África.
Podríamos finalizar, invitando a la sociedad a reflexionar acerca de si nuestra felicidad y nivel de vida acomodado en el que vivimos, en parte originado como resultado de este sistema de consumismo, merecen la pena ser desarrollados a cualquier precio, careciendo principalmente de importancia el cuidado del medio ambiente. Es por ello que debemos siempre ser críticos con los productos que compramos y potenciar aquellos que respeten al mismo.
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